10 SÍ y NO a las Alfombras en Casa
Sí A FIJARLAS
Recuerda siempre poner una base antideslizante debajo, sobre todo en zonas de más movimiento. Si no lo haces, es posible que en pocas semanas la alfombra parezca tener vida propia y se haya mudado a otra habitación de la casa.
NO A SER UN ESTRECHO
En las áreas de más trasiego es mejor que ocupen casi todo el ancho de la zona de paso. Piensa que no hay nada más incómodo que andar con un pie dentro de la alfombra y el otro fuera. Además, ten en cuenta el material: no se te ocurra ponerlas de pelo largo si no quieres que duren un suspiro.
SÍ A USARLAS PARA CREAR ESPACIOS
Si en una estancia tenemos una única alfombra, lo mejor es que esté en el centro y, por supuesto, bien centrada. Sin embargo, ten en cuenta que en un espacio grande son el elemento perfecto para separar áreas de manera visual y sencilla. Prueba a jugar con ellas y con la distribución de los muebles. Diversión asegurada.
SÍ A LA GRANDEZA
Que esta sea tu máxima en la vida (al menos con las alfombras): cuanto más grande, mejor. En el salón, por ejemplo, la situación ideal es que todas las patas de un mueble estén sobre la alfombra y, si no es posible, al menos lo deben estar las delanteras. Si el mueble es pequeño, no hay excusa, la alfombra debe ser más grande y todas las patas deben estar dentro de ella.
SÍ AL ESTAMPADO
De acuerdo, con tonos neutros y estampados sencillos no correrás riesgos. Pero las alfombras pueden dar un toque de creatividad si escoges un estampado vivo y apuestas por el color. Eso sí, ten en cuenta que la alfombra va debajo de un mueble… Así que si la mayor parte del estampado (o la zona que más te gusta) va a acabar tapada, mejor escoge otra.
NO A QUEDARSE CORTO
En el comedor, tanto la mesa como las sillas deben quedar dentro de la alfombra. Y hay que tener en cuenta que, cuando nos echemos hacia atrás para sentarnos o levantarnos, las sillas sigan sin pisar el suelo (igual que en la imagen). En un dormitorio, lo ideal es que ocupen el espacio de la cama y de las mesillas, aunque las alfombras pequeñas pueden ser la solución siempre que no hagan parecer la habitación pequeña.
SÍ A CUIDARLAS
Las grandes se deben limpiar más o menos una vez al año de manera exhaustiva para retirar todo aquello que no quita una aspiradora. Las pequeñas, cuanto más las sacudamos y limpiemos, mejor. Por cierto, para que se desgaste por igual por todas las zonas, es aconsejable cambiar la orientación de manera regular.
NO A ELEGIR CUALQUIER MATERIAL
Presta atención al material del que están hechas. Algunos son baratos, están de moda y quedan fenomenal (por ejemplo el sisal u otras fibras naturales) pero no se limpian demasiado bien. Si es para un lugar susceptible de tener manchas, mejor que sea lavable.
NO A FIJARSE SOLO EN EL PRECIO
No vamos a ser nosotros quienes te digan que no puedes caer en el low cost, pero sí que te aconsejamos una cosa: no te compre una alfombra solo por su precio. Asegúrate de que es del tamaño, color y material que necesitas. Si no, será muy difícil encajarla en casa. En todo caso, de comprobar que el local donde la compras tenga una buena política de devoluciones. Podrás verla in situ (en el sitio) y decidir.
NO A PERDER SU PERSONALIDAD
Recuerda que, como todo en tu casa, las alfombras son parte de tu propio estilo así que haz eso: refléjalo. No temas a saltarse las normas. Además, cambiar una alfombra quizás sea lo más fácil en una labor de interiorismo. Podrás cambiar de opinión y estilo tantas veces como quieras.